Los cárteles mexicanos de la droga

Eduardo Gómez del Campo Barreiro, miembro de la directiva de la Asociación de Consejeros, Agregados y Enlaces de Policía y Seguridad acreditados en los Estados Unidos Mexicanos, ACAEPS, único mexicano con voz y voto en la misma, y responsable de coordinar los esfuerzos de los 27 países y 4 Agencias miembros con las Instancias Federales, Estatales y Municipales en México, realiza un análisis para Canal de Noticias USECIM de la situación actual de los cárteles mexicanos de la droga.

Gómez del Campo nació en 1967 en la Ciudad de México. De padres mexicanos, es titulado en Ingeniería Industrial por la Universidad Iberoamericana y cuenta con varios Diplomados en Administración policial. Fue su pasión por las armas y la disciplina lo que le llevó al mundo de la Seguridad, comenzando a colaborar en áreas policiales y de procuraduría de justicia, tanto en el ámbito local como federal. Se capacitó en temas relativos al tiro policial, inteligencia e investigación a nivel nacional e internacional y ha sido instructor en diferentes materias para los tres niveles de Gobierno, así como en Colombia, Ecuador y EE.UU.

– Le estamos muy agradecidos por atender a nuestro medio, Sr. Gómez del Campo.

Podríamos definir al narcotráfico, de una manera muy básica, como aquella actividad ilegal dedicada al cultivo, fabricación, distribución y venta de drogas a gran escala. ¿Cuál fue su origen en México?

– El origen es muy remoto, prácticamente desde el siglo XIX en el estado de Sinaloa. Según diversos analistas de seguridad, se achaca a un acuerdo entre traficantes de drogas y los gobiernos locales y estatales, que consistía en permitir el libre paso de cargamentos de droga, desde Sudamérica a EE.UU, por rutas fronterizas definidas, a cambio de grandes cantidades de dinero.

El territorio se repartió entre los distintos cárteles mexicanos, estableciendo plazas de actuación definidas que se respetaron en un comienzo, y se permitió la producción de cultivos ilegales de marihuana y amapola en los estados de Sinaloa, Durango, Guerrero, Veracruz y Chiapas principalmente.

– ¿En qué medida la droga es importada o producida en su país?

– Originalmente se producía cannabinoides y sus derivados, así como marihuana para fines de exportación y con consumos locales marginales. Conforme los mercados internacionales fueron demandando sustancias producidas en otras latitudes, México se convirtió en sitio de paso y de transformación, a medida de la evolución de las drogas duras o de diseño, como metanfetaminas, fentanilo y cocaína. Actualmente los insumos de las drogas de diseño y/o duras vienen de China y países de la región y se transforman en laboratorios clandestinos. La cocaína se produce y sintetiza en Sudamérica.

– Diversos cárteles mexicanos controlan el mercado de las drogas ilegales, los cuales siempre han mantenido una abierta disputa por controlar el territorio nacional y las exportaciones al resto del mundo. ¿Podría realizarnos un breve resumen de su evolución en el tiempo?

– Originalmente eran grupos de la delincuencia organizada y posteriormente fueron evolucionando en complejidad y organización, así como en distribución geográfica. Pero, la incorporación de más bandas a la misma actividad, provocaron que estos grupos se consolidaran en cárteles y ampliaran su catálogo de delitos, tales como secuestro, extorsión, tráficos y contrabando, robo de mercancías, robo de vehículos y lavado de dinero, entre otros.

Los cárteles mexicanos, en su afán de expansión, frecuentemente encuentran resistencia en los grupos locales, los cuales pueden terminar, o no, absorbidos por el cártel invasor. Estas resistencias son combatidas con inusitada violencia, manifestada de distintas maneras, especialmente mediante ejecuciones sanguinarias, masacres, etc.

Víctimas embolsadas por algún cártel

– ¿Cómo es está realidad hoy en día?

– A la fecha, se tienen documentadas más de 100 bandas de la delincuencia organizada, que actúan a la sombra de grandes cárteles, como Jalisco Nueva generación, (CJNG), Cártel del Golfo, Cártel de Sinaloa, Cártel del Noroeste, Cártel de Juárez, con presencia prácticamente en todo el país.

También existen grupos locales con fuerza específica como Familia Michoacana, los Zetas, Los Viagras, Guerreros Unidos, Sangre Nueva, Los Rojos. Y, finalmente, existen grupos con un reducido número de integrantes, así como con una influencia muy focalizada, quienes, dependiendo de las condiciones, pueden trabajar para un cártel o grupo en especial, en tareas específicas como el narcomenudeo, sicariato, cobro de piso, secuestro…

– ¿En qué medida influyen estas organizaciones criminales en la vida política, social y económica del país?

– En un principio, su actuación estaba muy concentrada en regiones reducidas y sin influencia, pero con el tiempo y ante la complacencia, indiferencia, colusión e incompetencia de las autoridades a todos los niveles, migraron a niveles que comprometieron a la Seguridad Pública y, actualmente, en vastas regiones, la seguridad interna está seriamente amenazada. La Seguridad Nacional no se considera afectada aún.

– ¿Se ha convertido México en un país consumidor?

– Sí. México cuenta actualmente con un padrón aproximado de 5 millones de adictos a diferentes tipos de sustancias ilegales. Hace algunos años no se consideraba una amenaza a la salud pública. pero hoy en día, sí.

La radicalización en el consumo o narcomenudeo comenzó hace 25 años, cuando el mercado internacional requirió drogas que no se producían en territorio mexicano, como antes comentábamos. Esto empujó a los cárteles nacionales a su internacionalización, importando las drogas requeridas, pero cuya utilidad, lejos de ser recibida en metálico, lo era en especie. Ante esta situación y la nueva competencia de otros mercados como los asiáticos, les hizo descubrir en el mercado interno oportunidades de desarrollo e influencia.

Narcomenudeo en las calles

– Los cárteles mexicanos tradicionalmente han sido benefactores de la Iglesia católica. En cierta medida se sienten espiritualmente protegidos, porque creen que no cometen faltas graves, sino que lo hacen los consumidores. De hecho, ellos no consumen normalmente. ¿No es esto una clara contradicción?

– Por supuesto que sí. Según su criterio, no cometen faltas graves, ya que quienes son adictos son los que consumen sus productos.

Incluso, a pesar de que las autoridades religiosas constantemente se manifiestan en contra de las actividades ilegales de estos grupos ,existen evidencias sobradas de colusión de algunos de sus ministros que se ven beneficiados en lo personal, más no como organización.

– La actividad de estos grupos delictivos ha derivado en otros hechos ilícitos, como secuestro, extorsión a empresarios y al pequeño comercio, trata, lavado de dinero, …

– La competencia de otros países productores, para incorporarse a los mercados de consumo masivo de enervantes, desplomó los precios de intercambio. El impacto en las utilidades ha sido importante para los cárteles mexicanos, mientras los gastos derivados de sus actividades han permanecido constantes, similar a lo que sucede en cualquier organización mercantil legalmente establecida. La solución que han encontrado a esta pérdida de negocio ha sido diversificar las actividades delictivas para obtener mejores rendimientos.

– Háblenos de la colaboración internacional existente en la lucha contra el narcotráfico. ¿Es lo suficientemente intensa?

– Debido a la complejidad del problema, hace ya tiempo que trascendió del ámbito meramente policial y de Justicia a ámbitos adicionales como la Salud Pública,

Políticas de Gobierno, terrorismo, Seguridad Nacional, delincuencia trasnacional… Existen los canales debidamente acreditados con casos de éxito documentados.

Hay países seriamente comprometidos al combate frontal y destinan recursos importantes para su control y erradicación. Otros aún no han logrado el nivel de compromiso y colaboración suficiente. Existen comunidades enteras que, contra corriente, promueven estas actividades.

La SEMAR, gran protagonista en la lucha contra los cárteles

– El cambio de presidencia en EE.UU ¿influirá en las relaciones con este país en esta materia?

– Definitivamente.

– ¿Rutas establecidas por los cárteles mexicanos hacia Europa?

– La droga sigue por lo general dos rutas, una es la directa hacía Europa por mar y aire, la otra es la indirecta por África, por la denominada ruta del Sahel. Primero se lleva allí igualmente por mar y aire, y se transporta hacía Europa, o bien por medio de barcos, directamente por tierra o también mediante aviones, tanto en vuelos comerciales normales, como en vuelos especiales de transporte.

Por vía aérea se realiza el denominado micro contrabando, con personas o en cargamentos simulados. Los puntos de salida son múltiples, primando los aeropuertos más concurridos, como el de la Ciudad de México, Cancún o Quintana Roo, que por el volumen de operaciones internacionales presentan menos dificultades.

Y por vía marítima, los cárteles utilizan los puertos de alto calado, como Veracruz y Altamira, con envíos bajo esquemas de exportaciones regulares.

– ¿Qué puede decirnos acerca del fentanilo como sustituto de las drogas de diseño?

– El fentanilo es un supresor de dolor que legalmente se suministra a pacientes terminales con la finalidad de evitar sufrimientos innecesarios. Es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Debe de ser manipulado por especialistas, ya que la dosis a suministrar es diferente para cada organismo.

El narcotráfico trasnacional ha descubierto que el fentanilo, mezclado con otras sustancias como cannabis, heroína, cocaína, mentafetamina y MDMA, ofrece efectos que el mercado ha aceptado muy bien, lo que ha reportado ganancias muy por encima de lo que ofrecen otros tipos de enervantes.

El problema añadido radica en que, al ser transformado en laboratorios clandestinos, algunas dosis, cada vez mayor frecuencia, resultan mortales en individuos cuyas características físicas no son del promedio calculado. Estudios recientes cifran en 80.000 los muertos en Estados Unidos en 2019 debido al fentanilo.

– ¿Qué presencia tiene el fentanilo en los mercados mundiales de drogas duras?

– Su presencia es cada vez es más relevante, debido a que no es fácilmente detectable por los mecanismos usuales de control y detección.

– ¿Cómo participan los cárteles mexicanos en estos mercados mundiales de fentanilo?

– En un principio, el fentanilo, como sustancia activa, era enviada desde laboratorios en China, llegando a México a través de los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas, para posteriormente ser introducidos a los Estados Unidos, donde laboratorios clandestinos los transformaban.

Pero debido a que el fentanilo, en condiciones naturales, es altamente volátil y activo, ocasiona fácilmente la muerte súbita y repentina en su manipulación y transformación, por lo que la delincuencia organizada ha delegado esa tarea a cárteles mexicanos, siendo el más activo el de Sinaloa, con actividades detectadas prácticamente en todos los Estados donde tienen influencia y control. Su producción va en aumento constante.

– Hablemos de una versión del tradicional corrido mexicano, los narcocorridos. Se han convertido en un fenómeno popular, aceptado por unos y rechazado por otros.

– Sin duda es un fenómeno popular y también hay evidencia contundente que algunos corridos hacen apología del delito. El prohibirlos sólo conduciría a que en la clandestinidad se siguieran reproduciendo, por lo que la mejor opción que veo es concientizar al público para que, independientemente de la calidad musical, rechace su influencia, así como su actividad.

– ¿Cuál es el papel que juega la mujer en estos grupos delictivos?

– Inicialmente este papel era marginal, pero a medida que las actividades de estos grupos se han diversificado, las mujeres han adquirido papeles y roles más relevantes, participando prácticamente en toda la cadena de operaciones, incluso en sicariato, actividad reservada para varones. Se tienen localizadas mujeres sicarias que actúan con especial saña y violencia, tanto que, en los grupos antagónicos, les tienen mucho respeto.

Lavado de dinero del narcotráfico

– ¿Y los menores?

– Inicialmente los menores eran empleados para actividades de poca relevancia, como “halcones” (visores) y “burros” (transporte de substancias en pequeñas cantidades). Últimamente, y debido a su condición legal, es más frecuente verlos involucrados en operaciones de envergadura, así como con nexos contundentes con la delincuencia organizada. También participan en pandillas donde incluso el liderazgo lo ejercen también menores.

– Hablemos por favor del sicariato.

– Es un fenómeno y una característica propia de los grupos de la delincuencia organizada. Es el responsable, entre otras actividades, del posicionamiento en áreas geográficas de interés (plazas), de la cobranza de adeudos y de la captación de nuevos miembros para sus filas, incluso mediante leva en comunidades marginadas.

Es sello distintivo de este fenómeno el ser brutalmente violento, llegando a prácticas extremas, como el canibalismo inclusive.

Generalmente este tipo de delincuente tiene pobre entrenamiento y menor motivación, por lo que evita los enfrentamientos abiertos con las autoridades federales, más no con sus pares adversarios.

– México es un país con un gran potencial económico, basado en su gente y en su cultura, en el turismo y en sus recursos, pero el narcotráfico y la corrupción le frenan en su desarrollo. ¿Es optimista de cara al futuro?

– Estamos en una coyuntura severa. Una parte muy importante de la sociedad mexicana, la productiva, rechaza abiertamente la actuación de estos grupos. Desgraciadamente las estrategias emprendidas por los tres niveles de gobierno en las últimas administraciones, incluyendo la actual, no han respondido adecuadamente a la amenaza, lo que, sin duda, no contribuye al flujo de inversiones productivas tanto nacionales como extranjeras.

– Muy agradecido por atender a muestro medio, Eduardo.

– Muchas gracias a Uds.

OSCAR ETXEBARRIA

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