La operación WEKA de Interpol, que en suajili significa “detener”, tuvo lugar entre el 28 de marzo y el 2 de abril, y movilizó a 24 países que representaban los lugares de origen, tránsito y destino de los delitos de trata de personas y tráfico de migrantes, según informa la organización intergubernamental en un comunicado.
Las autoridades de África y Europa han rescatado a casi 500 víctimas de la trata de personas, entre ellas menores de edad, han identificado a unos 760 migrantes en situación irregular y han desmantelado las redes delictivas que operan en las principales rutas de tráfico ilegal.
Coordinada por la Unidad de Grupos Vulnerables de la Interpol, en la operación WEKA han sido detenidas 195 personas, 88 de ellas acusadas de trata de personas y 63 de tráfico de migrantes. El resto de las detenciones se han debido a delitos de falsedad documental o robo y delitos relacionados con las drogas y contra el medio ambiente.
La operación conjunta contó con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones, que desempeñó un papel destacado en la asistencia a las víctimas. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, por su parte, también prestó apoyo judicial, mientras que el proyecto AIRCOP, Europol y la Iniciativa de la Unión Africana y el Cuerno de África contra la Trata de Personas y el Tráfico de Migrantes, se encargaron de proporcionar la información policial.
Participaciones clave
Marruecos llevó a cabo una importante función en la operación, al albergar la Unidad de Coordinación Operativa y practicar 49 detenciones, relacionadas con el tráfico de migrantes.
España se encargó de estudiar la información policial facilitada por Marruecos y detuvo a dos conocidos traficantes, dedicados a organizar el transporte de migrantes en situación irregular desde el continente africano.
La policía sudanesa rescató a 100 víctimas y practicó más de 20 detenciones, entre las que figuran traficantes que intentaban trasladar a sus víctimas a Próximo Oriente y otros que explotaban a menores en una fábrica de plásticos.
Debido a que las rutas intercontinentales de la trata y el tráfico de personas son bidireccionales, la policía de la República Democrática del Congo liberó a 29 personas de origen libanés, sirio y jordano, víctimas de un delito de trata, que estaban siendo explotadas por una constructora. Su supuesto empleador les había confiscado el pasaporte y no les había pagado.
Las fuerzas policiales kenianas y ugandesas aunaron esfuerzos, tras descubrir que una niña de diez años estaba siendo conducida ilegalmente a Kenia para realizar trabajos forzosos en una casa familiar. Las investigaciones llevadas a cabo por ambos países condujeron a una importante detención de tres traficantes en Uganda, quienes dirigían una red dedicada a organizar el tráfico ilegal a Kenia de niñas en situación vulnerable.
En Sudáfrica, la policía practicó una redada en una fábrica de mantas, en la que se detuvieron a cinco personas de nacionalidad china y se rescataron a 17 víctimas de origen malauí. Las víctimas afirmaron trabajar 15 horas diarias, sin alimentos ni descansos, y estar encerradas en el almacén, donde dormían en el suelo y sufrían agresiones físicas.
Las autoridades aeroportuarias de Atenas fueron alertadas sobre un supuesto equipo de voleibol que parecía sospechoso. Sus nueve integrantes, todos de nacionalidad siria, estaban vestidos con chándales a juego y llevaban mochilas idénticas, trataban de salir de Grecia con unos documentos de identidad rumanos falsificados.
La base de datos de Interpol, sobre Documentos de Viaje Robados y Perdidos, lanzó una alerta durante un control en el aeropuerto de Lisboa, cuando un pasajero intentó usar un documento de identidad que había sido robado y denunciado ante las autoridades francesas en agosto de 2020.
Relación del tráfico de migrantes y la trata de personas
La operación WEKA ha demostrado, una vez más, el claro vínculo entre el tráfico de migrantes y la trata de personas.
El Secretario General de Interpol, Jürgen Stock, ha declarado que: “La labor de Interpol no acaba aquí. Seguiremos ayudando a los países a esclarecer casos delicados y complejos, lo que sin duda alguna conducirá a más detenciones en los próximos meses”.
Países participantes
Angola, Argelia, Benín, Brasil, Cabo Verde, España, Etiopía, Francia, Grecia, Kenia, Líbano, Libia, Malaui, Marruecos, Portugal, República Democrática del Congo, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sudáfrica, Sudán, Sudán del Sur, Túnez, Uganda y Zimbabue.
La operación WEKA contó con fondos aportados por la Fundación por un Mundo más Seguro, de la Interpol.
FUENTE: Interpol
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