La BRIMO de los Mossos d´Esquadra

El Intendente Francesc Xavier Pastor, de los Mossos d´Esquadra, recibe a ‘Canal de Noticias USECIM’ para la realización de un reportaje sobre la BRIMO y hablarnos de su proceso de creación y evolución desde entonces.

Muchas gracias por atender a nuestro medio, Sr. Pastor. ¿Cómo se creó el Área de la Brigada Móvil, ABM, también conocida como la BRIMO?

– El Área de la Brigada Móvil se constituyó en 1992, pero sin competencias desarrolladas. Fue 2 años más tarde cuando echó a rodar, asumiendo competencias en Vic, en la comarca de Osona.

En la actualidad, es una Unidad especializada en el mantenimiento del orden público y en el control de grandes concentraciones de masas. También se responsabiliza del establecimiento de controles antiterroristas en vías de comunicación y de actuaciones en caso de riesgo alto de violencia.

En sus comienzos, el modelo que se decide seguir era el de la UIP del Cuerpo Nacional de Policía, porque era el más cercano con el que se contaba en aquel entonces, pero dada la evolución que va experimentando el Área, éste se agota y se encarga, al por aquel entonces responsable de la BRIMO, Marc Caparros, una reestructuración en profundidad.

Aquello supone una auténtica revolución en el Área. Se le dota de muchos más medios y se crea una unidad operativa y otra técnica. Se incorpora un grupo encargado de la obtención y el aseguramiento de pruebas obtenidas en los disturbios, a quien acompaña otro de investigación. Incluso se comienza a crear una estructura propia de formación continuada. Ya no se sale, se realizan cursos en la Escuela de Policía del Instituto de Seguridad Pública de Catalunya (ISPC), con formadores propios.

Esta transformación se debió a que nuestro número de efectivos no era tan elevado como en el modelo de las UIP. Nosotros debíamos ser más rápidos en los movimientos, en la toma de posiciones y en el relevo de éstas. Precisábamos un modelo en el que primera la agilidad en los dispositivos, más que el número de efectivos.

¿Cuáles son sus principales funciones?

– La BRIMO proporciona apoyo a otras unidades policiales en el mantenimiento del orden público, en tareas de prevención, dentro de operativos preventivos, extraordinarios, en calamidades o catástrofes públicas y, en general, en todas aquellas actividades de seguridad ciudadana que se precise. Es la encargada de la dirección operativa y táctica de las actuaciones en materia de orden público, de acuerdo con los objetivos establecidos por la unidad policial a la que se presta soporte. Y también ejerce cualquier otra función de naturaleza análoga que le encomienden.

Aunque es obvio que la función por la que más se reconoce al Área es por la gestión de la protesta en manifestaciones y concentraciones y, en el caso de que haya desordenes, ser los encargados de retomar la normalidad, esto es sólo parte de nuestro trabajo.

Dentro de los Mossos, somos los que formamos parte del PPPA, el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista. Llevamos años trabajando en el estudio de los distintos ataques terroristas que se han dado en España y en Europa, con el fin de adquirir la formación y preparación necesarias para poder enfrentarnos a esta amenaza con la vigilancia, prevención y rápida actuación de darse el caso.

La BRIMO también realiza las entradas a domicilios donde se debe de realizar una detención, o donde se espera que la respuesta puede ser de alta violencia. Es la encargada de llevar a cabo los desahucios colectivos peligrosos, del traslado de presos peligrosos y de actuar en motines en las cárceles.

Y no olvidemos que también somos los encargados de participar en dispositivos ante grandes catástrofes, como ya sucedió durante la Borrasca Gloria, en enero del pasado año.

Háblenos, por favor, de la organización y estructura de la Unidad.

– Como comenté brevemente, la BRIMO cuenta con una Unidad Operativa y otra Técnica. En la primera se engloban nuestros seis grupos operativos. En ella encontramos al grueso de nuestro personal. La fuerza humana.

Es en nuestra Unidad Técnica donde reunimos a nuestros grupos especializados que nos sirven de complemento y al área de formación. Contamos con el GOAP, Grupo de Obtención y Aseguramiento de la Prueba y el GIDOP, Grupo de Investigación del Orden Público.

Hasta hace unos 4-5 meses, era la Comisaria General de Información quien se encargaba de todas las investigaciones en el ámbito del orden público, pero éstas se centraban más en seguir la pista a grupos organizados que buscan cambiar el orden ciudadano. Pero otros hechos, otros delitos de nivel bajo, quedaban impunes. Sobre todo, tras los disturbios que acontecieron post-sentencia del “procés”, nos dimos cuenta de que se necesitaba transmitir un mensaje. Que sumarse a una concentración ilegal, dejarse llevar por la situación, ocasionar daños en el mobiliario urbano o lanzar piedras y otros objetos a la Policía, no podía salir gratis. Y es ahí donde el GIDOP centra sus actuaciones, obteniendo unos magníficos resultados, aportándonos un plus de calidad.

¿Con cuántos efectivos cuentan y cómo están repartidos en el territorio?

– No sólo la BRIMO es la encargada de la gestión de masas. Los Mossos también cuentan con las ARRO territoriales, Áreas Regionales de Recursos Operativos. Entre unos y otros sumaremos aproximadamente 500 efectivos.

¿Ese número es el adecuado o precisarían sumar más miembros a la Unidad?

– Estamos en un proceso de estudio del hoy y del futuro del Área, porque nos hemos visto a remolque de los acontecimientos. Las crisis sufridas con la post-sentencia y el caso Hasél no se habían vivido antes en Catalunya.

Al igual que en el año 2012 vimos la necesidad de crear un Área de Mediación en el orden público, tras los acontecimientos del 15-M y del cerco al Parlament, ahora también creemos necesaria una reflexión sobre nuestro modelo de orden público a la hora de afrontar este tipo de crisis. Es lógico que, como Cuerpo de policía, evaluemos éste para poder estar seguros de estar preparados ante cualquier situación futura. Considero que la Policía debe de mantener un estudio constante de su situación para saber renovarse a tiempo.

Tratemos ahora la formación especializada que se precisa para acceder a la BRIMO ¿Se animan muchas mossos a optar a formar parte de la Unidad? ¿Hasta qué edad permanecen sus miembros en ella?

– La Brigada Móvil se nutre de personal que ya cuenta con una cierta especialidad. Contamos con un nivel 3, por lo que casi todos nuestros integrantes provienen de las ARRO (nivel 2). Los aspirantes realizan un curso de 4 meses de duración en la Escuela de Policía y, de ser superado, pasan a estar otros 6 en prácticas en la calle. Durante ese tiempo, son evaluados por sus superiores, comprobando su madurez y la capacidad de aguantar en la línea en situaciones de tensión elevada.

Tengo que decir que no hay muchas mossos en el Área, pero se van animando. Se puede asegurar que las que ya están con nosotros, aquí llevan tiempo y aquí quieren seguir.

En cuanto a la edad, no tenemos establecido nada en concreto. Aunque es voluntaria, se están estudiando fórmulas para facilitar la salida de los profesionales que, en un momento dado, no reúnen las condiciones psicofísicas requeridas. El profesional es capaz de reflexionar sobre su estado físico o psicológico y decidir por sí mismo. Algunos miembros deciden descender un escalón, incorporándose a los ARRO, por ejemplo, porque la exigencia es algo menor y sí se ven protegiendo a personas o edificios. En todo caso, se busca la mejor salida para el agente, acorde a sus deseos y a su experiencia.

Este medio se dirige a profesionales de la Seguridad, por lo que no vamos a debatir sobre la necesidad de la existencia de una Unidad de estas características, dentro de una Policía integral, como lo es la suya. La respuesta es obvia. ¿Qué se siente y cómo se mantiene la frialdad ante una actuación en una manifestación de 50.000 personas?

– Personalmente creo que la mejor forma de mantener la serenidad es estar convencido de que se está preparado. Para ello, le puedo asegurar que, entre los mandos, existe un continuo debate sobre cómo actuaremos dependiendo de la situación que se dé en cada dispositivo. El saber qué haremos nos infunde seguridad en nosotros mismos.

Nuestra fuerza es nuestra unión y nuestra coordinación. Siempre vamos en bloque.

¿Se les prepara con antelación para poder afrontar, lo mejor posible, lo que allí se pueden encontrar? ¿Hay previsto apoyo psicológico en el después, en caso de ser necesario?

– Existe un apoyo cuando se detecta el problema. Los diferentes jefes de equipo están muy encima de este tema, pudiendo detectar actitudes no adecuadas, si no es que, el propio profesional, quien busca ayuda directamente.

Todos tenemos que ser conscientes, en todo momento, que hay una vida más allá de las puertas de la Comisaría. No todo es el trabajo.

¿Comparten experiencias y metodologías de actuación con otras Unidades homólogas de otras Policías nacionales o internacionales?

– Dos de nuestros miembros se dedican a estudiar qué funciona y qué no y qué se está utilizando en otras policías a nivel internacional, el porqué y el resultado.

Aquí esta normalizado el uso del bastón, cuando en otras policías es una de las últimas herramientas a utilizar. No deja de ser curiosa la cultura policial que tiene nuestra sociedad, en comparación con otras de países como Reino Unido o Francia.

Por ejemplo, estamos estudiando la creación de grupos de detención, como en el caso danés, que incluso van de paisano y son muy contundentes. En el alemán sí van uniformados y nos atrae un poco más.

El 30 de abril de 2014, entró en vigor la prohibición del uso de balas de goma, según decidió el Parlament de Catalunya, dentro de la “Comisión de estudio de los modelos de seguridad y orden público y del uso de material antidisturbios en acontecimientos de masas”. Fueron sustituidas por las balas foam, también llamadas Flash Ball´s. ¿Cuáles son sus características, las situaciones de utilización y las diferencias con sus antecesoras?

– La bala foam recibe su nombre por el tipo de espuma con la que está fabricada. Cuenta con 40 milímetros de diámetro y está hecha de material viscoelástico.

Deben dispararse del abdomen hacia abajo, aunque si la persona tiene un objeto arrojadizo, contundente o arma blanca sí podrá dirigirse el proyectil a las extremidades. Antes de utilizarlo, y siempre que sea posible, deben haberse agotado las vías de diálogo y mediación previas.

Nuestro protocolo marca que siempre habrá que utilizar dicha herramienta siguiendo los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad.

Después del uso de la lanzadora, cada operador y mando policial deberá informar del tipo de proyectiles que se haya disparado en cada intervención, el lugar y la hora, de la forma más exacta posible, y las posibles incidencias detectadas.

¿Cree que las foam pueden ser también eliminadas de su dotación y, de ser así, cuáles podrían ser las consecuencias?

– Es el Parlament quien decide qué herramientas podemos utilizar y cuáles no. Desde Prefactura se está trasladando que, como es lógico, no se le puede dejar al mosso indefenso. Somos trabajadores públicos y necesitamos contar con seguridad. Tenemos que ser capaces de desarrollar nuestro trabajo con garantías y llegar a nuestras casas a la hora de la cena.

¿Y qué nos puede decir de su parque móvil?

– Los últimos acontecimientos lo han dejado un poco maltrecho y las compañías de renting se hacen cargo de los problemas mecánicos, no de chapa.

Aún así, acabamos de reemplazar aproximadamente el 25% de nuestro parque, incorporando 19 nuevas furgonetas, todas ellas dotadas con cámara, a las que habría que sumar otras 3 de mando y captación de imágenes, que a su vez están conectadas con nuestros helicópteros y con los drones.

Todas ellas van a reforzar mucho la labor del GOAP. Con ello lograremos desvirtuar esa sensación de impunidad que tienen algunos sujetos, a la hora de participar en los diferentes disturbios, porque, posiblemente, después de unas semanas de los hechos, podamos presentarnos en sus casas, a fin de comunicarles el inicio de un procedimiento penal. Le aseguro que eso será más disuasorio a futuro, que no un golpe en la espinilla con un bastón.

Como ya nos ha comentado, otra de las funciones de la BRIMO es el establecimiento de controles antiterroristas. ¿Cómo está la situación actual en Catalunya?

– Actualmente estamos en nivel de Alerta 4 y protegemos, de manera continuada, emplazamientos que, por su significado, consideramos objetivos potenciales, como pueden ser la Sagrada Familia, la Estación de Sants, las Ramblas. También las consideradas infraestructuras críticas, como el Aeropuerto y el Puerto de Barcelona.

Por diferentes factores internacionales, no sólo debidos a la reducción de la movilidad por la pandemia COVID-19, podríamos decir que la actividad terrorista se ha reducido, pero hay que mantenerse muy alerta.

¿Hacia dónde se dirigen las Policías, Sr. Pastor?

Está claro que nosotros vamos encaminados a una reorganización de nuestro modelo. Vamos hacia un incremento de las tecnologías en el ámbito público que faciliten nuestra labor. Hay que fomentar la prevención. Evitar el choque en la medida de lo posible, e intentar buscar más la parte sancionadora. Es preciso poder instruir diligencias con carga de prueba judicial. Que cada cual responda por los actos que realiza.

¿Se sienten suficientemente respaldados por la Justicia? ¿No sale muy barato agredir a un policía, arrojarle piedras o incluso un cóctel molotov?

– Tengo que decir que los Jueces hacen muy buen trabajo, pero la sociedad evoluciona muy deprisa. Sí podría decir que las Leyes en otros países miembros de la UE, como pueden ser Francia o Alemania, las Leyes son más duras.

Le estoy muy agradecido por haber atendido a nuestro medio, Xavier.

– Muchas gracias a Uds.

OSCAR ETXEBARRIA

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