Entrevista a María Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.
María Ángeles Carmona Vergara, Vocal del Consejo General del Poder Judicial, es la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, desde marzo de 2014. Letrada de la Administración de Justicia desde 1994, destinada actualmente al Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 3 de Sevilla, comparece como experta en la Comisión de seguimiento y evaluación de los Acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género del Congreso de los Diputados.
Le estoy muy agradecido por atender a nuestro medio, Sra. Carmona.
USEC: La violencia de género constituye un atentado contra la integridad, la dignidad y la libertad de las mujeres. Una lacra social que aún pervive en pleno siglo XXI.
MA.C: El Convenio de Estambul, que es el compromiso que España, como miembro de la Unión Europea, tiene asumido en la lucha contra la violencia de género, define ésta como “una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra las mujeres”. Ese mismo texto considera violencia de género todos los actos de violencia “que implican o pueden implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada”.
Es decir, el Convenio nos ofrece una definición en sentido amplio de la violencia de género que, efectivamente, tiene un origen tan antiguo como el ser humano y que, como expresión del desequilibrio histórico entre hombres y mujeres y de la discriminación de la mujer como consecuencia directa de ese desequilibrio, desgraciadamente pervive hoy, en pleno siglo XXI, en multitud de manifestaciones, no sólo delictivas (que son las más graves) sino también en comportamientos cotidianos que tenemos absolutamente interiorizados.
USEC: La discriminación de las mujeres es un problema que traspasa fronteras, con la particularidad de que las agresiones y el maltrato son muy similares en todas las culturas. ¿Qué situación vivimos en Europa?
MA.C: En La UE, al igual que en España, se trabaja muy activamente en la lucha contra la violencia de género, aunque no debemos olvidar que nuestro país es pionero en esta materia y nuestra legislación y prácticas son imitadas y copiadas en los países de nuestro entorno. Un ejemplo reciente de lo que estoy diciendo son los dispositivos electrónicos, cuyo uso está ampliamente arraigado en España y que recientemente ha sido acogido en Francia.
Entrevista a María Ángeles Carmona
«Nuestro país es pionero en esta materia y nuestra legislación y prácticas son imitadas y copiadas en los países de nuestro entorno»
Si bien no están actualizados, los datos recogidos por las instituciones europeas a partir de la elaboración de encuestas indican que un tercio de la población femenina ha sido o es víctima de violencia de género (encuesta de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) publicada en 2014), un dato ciertamente escalofriante. Para este año, se espera la publicación de una segunda gran encuesta. Los datos sobre los casos de violencia de género son imprescindibles para combatir este tipo de violencia. Necesitamos conocer todos los detalles, las características de víctimas y agresores, el modo de actuar, etc., y eso es lo que España viene haciendo desde 2003, fecha en la que se creó el Observatorio.
Por otra parte, me consta que el Parlamento Europeo trabaja activamente en la propuesta de medidas legislativas para combatir esta lacra.
USEC: En España en particular, ¿qué permitiría la reforma del artículo 1 de la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, propuesta por el Observatorio?
MA.C: Permitiría definir como violencia de género toda la violencia cometida contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, sin limitarla a la que se produce en el ámbito de la pareja o expareja, y, a partir de ahí, emplear en la erradicación de todas esas formas de violencia todos los medios que ya existen y se usan contra la violencia de género.
Por poner un ejemplo práctico y claro: las denuncias por agresión sexual se tendrían que tramitar en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, que no sólo disponen de todos los medios necesarios, sino que además cuentan con profesionales especializados en la materia, desde el juez titular hasta el último funcionario, pasando por el fiscal o por los equipos técnicos. No podemos olvidar que la violencia de género es un tipo de delincuencia con unas características concretas y que la víctima de este tipo de violencia necesita también una atención especializada y adecuada.
Entrevista a María Ángeles Carmona
«La víctima de este tipo de violencia necesita también una atención especializada y adecuada»
USEC: ¿Precisaría de alguna acción complementaria?
MA.C: Deberían dedicarse más medios humanos y materiales, debería haber más juzgados especializados, con todo lo que ello conlleva. Y habría que aumentar los esfuerzos para formar y especializar a todos los profesionales necesarios en los distintos ámbitos implicados en la lucha contra la violencia de género. Tan importante es la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o de la Justicia, como la de los profesionales de la sanidad, la educación o la comunicación, por poner sólo algunos ejemplos.
USEC: ¿Es posible reducir los tiempos de instrucción y poder evitar la revictimización?
MA.C: Es posible y es conveniente. Para ello, aunque pueda parecer reiterativo, necesitamos más medios humanos y materiales. La lentitud de la respuesta judicial es uno de los aspectos que aborda la “Guía de buenas prácticas para la toma de declaración de víctimas de violencia de género”, cuya actualización publicamos en el Observatorio el pasado mes de octubre. Este documento, elaborado por nuestro grupo de expertos y expertas, advierte de que la lentitud de la Justicia es perjudicial para la víctima y pone de manifiesto la necesidad de adecuar la planta judicial a los parámetros europeos, mejorando la ratio de jueces por habitante. También insiste en la necesidad de seguir ahondando en la especialización de los jueces y las juezas que tratan temas relativos a violencia sobre la mujer y, también, en la formación de todos los operadores jurídicos concernidos.
Entrevista a María Ángeles Carmona
«La lentitud de la Justicia es perjudicial para la víctima y pone de manifiesto la necesidad de adecuar la plantilla judicial a los parámetros europeos»
USEC: ¿Es efectiva la utilización de dispositivos electrónicos para las órdenes de protección dictadas? ¿Se podría optar por otras medidas adicionales?
MA.C: Los dispositivos electrónicos son una herramienta que está resultando muy eficaz en la protección de las mujeres víctimas de violencia machista y, de hecho, ninguna mujer a la que se haya instalado una pulsera ha sido asesinada. Su uso ha aumentado de forma exponencial desde que el sistema se puso en marcha y en este momento son más de 3.000 los dispositivos activos que están dando protección a una mujer. Este sistema proporciona a las víctimas una protección las 24 horas del día, los siete días de la semana, lo que nos da una idea de su eficacia, pues alerta en tiempo real de los movimientos del investigado en el caso de que éste incumpla la orden de alejamiento. Desde el Observatorio llevamos años recomendando su uso a través de actividades formativas dirigidas no sólo a los miembros de la Carrera Judicial sino también a otros colectivos profesionales.
USEC: ¿Los actuales protocolos escolares para prevenir los delitos cometidos sobre menores requieren actualización?
MA.C: Siempre es conveniente revisar los protocolos de actuación con el fin de mejorar y de poder solventar posibles errores que se van detectando en el día a día. Los protocolos tienen, entre otros objetivos, el de unificar y ordenar las actuaciones en ámbitos que, como ocurre con la violencia de género, requieren de la actuación conjunta y coordinada de diversos colectivos. Y en este punto es importantísimo, junto a la colaboración entre instituciones, contar con la cooperación de asociaciones civiles, pues en muchos casos viven mucho más de cerca la realidad diaria de las víctimas a las que queremos ayudar y proteger. Volviendo al objeto de la pregunta, le puedo decir que desde el Observatorio hemos sugerido recientemente que se estudie la posibilidad de adaptar dispositivos electrónicos en las mochilas escolares de los menores, con el fin de garantizar su seguridad.
USEC: ¿Cómo calificaría la actual colaboración entre asociaciones, cuerpos policiales y la Administración en la lucha contra la violencia de género?
MA.C: La coordinación institucional a todos los niveles territoriales ha sido el gran empeño del observatorio y uno de sus principales objetivos a lo largo de sus 20 años de historia.
El Observatorio coordina a nivel estatal a todas las instituciones que tienen competencia en materia de violencia sobre la mujer como son el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General del Estado, el Ministerio de Justicia, el Ministerio del Interior, El Ministerio de Igualdad, el Consejo General de la Abogacía y el Consejo General de los Procuradores y todas las Comunidades Autónomas que tienen competencia trasferida en materia de justicia.
Entrevista a María Ángeles Carmona
«El Observatorio coordina a nivel estatal a todas las instituciones que tienen competencia en materia de violencia sobre la mujer»
En ese sentido, hemos conseguido la colaboración entre jueces, cuerpos de seguridad del estado, fiscales, abogados, procuradores, recursos asistenciales, y todo el resto de los operadores jurídicos que interactúan con la víctima.
La coordinación se ha ido perfeccionando en los últimos años y se está iniciando lo que para nosotros es un objetivo prioritario, la integración informática de los sistemas de gestión para que los datos de las mujeres víctimas, de su entorno y de su situación se compartan en tiempo real entre las instituciones concernidas para que la red de protección sea lo más eficiente posible.
USEC: Miedo, vergüenza, culpabilidad. ¿Cómo podemos conseguir que estos motivos no sean los causantes de que la denuncia no se lleve a efecto?
MA.C: Para contrarrestar los estragos psicológicos que la violencia machista causa en las víctimas es imprescindible la colaboración de su entorno: amigos, vecinos, familia, compañeros de trabajo, el farmacéutico, el médico… Cualquier persona que tenga un contacto frecuente con ella y que pueda detectar algún signo de que algo va mal en casa. Y, por supuesto, la ayuda de las instituciones, que debe consistir en allanar al máximo el camino a la víctima, hacerle sentir que el paso que ha dado al denunciar a su agresor es el correcto, que va a poder salir del círculo de la violencia… para que la actuación de las instituciones sea realmente eficaz y evite la revictimización.
USEC: ¿Se ha recuperado el nivel de denuncias anterior a la pandemia?
MA.C: Aún no disponemos de los datos estadísticos completos correspondientes a 2022. Pero si comparamos el número de denuncias presentadas entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2019, 2020, 2021 y 2022 veremos que en este último año se ha superado el nivel de denuncias previo a la pandemia. En los tres primeros trimestres de 2019, el número de denuncias ascendió a 125.936. En 2020, durante ese mismo periodo, fueron 113.615; en 2021, se registraron 120.813 denuncias; y en 2022 sumaron 136.987.
Entrevista a María Ángeles Carmona
«Si comparamos el número de denuncias presentadas veremos que en este último año se ha superado el nivel previo a la pandemia»
USEC: ¿Qué vías de denuncia utilizan las víctimas y en qué medida?
MA.C: Las dos terceras partes de las denuncias (en torno al 70 por ciento) son presentadas por las víctimas. La práctica totalidad de las denuncias presentadas por la propia víctima lo son ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y un pequeño porcentaje de ellas se dirige directamente al órgano judicial.
USEC: La violencia de género no es innata. El agresor no nace, se hace. ¿Se trabaja correctamente desde edades tempranas?
MA.C: En este ámbito, todas las iniciativas dirigidas a educar a nuestros menores en valores como la igualdad y el respeto son bienvenidas. Y en este punto insisto en la necesidad de que toda la sociedad se implique, nos impliquemos, y camine en la misma dirección, que no es otra que la de acabar con la violencia de género y no tener que contabilizar ni una sola muerte más. La formación que nuestros hijos e hijas reciben en la escuela es muy importante. Pero no lo es más que el ejemplo que les damos en casa o que los contenidos que consumen en las redes sociales, en la televisión o en el cine. Es una tarea que a todos nos concierne.
USEC: Los hijos e hijas de las mujeres también son víctimas de la violencia machista. ¿Cómo podemos recuperar a estos jóvenes?
MA.C: La huella psicológica y a veces también física que la violencia de género deja en los hijos e hijas de las víctimas requiere de ayuda y tratamiento durante años. No olvidemos que muchos durante años han vivido en casa la violencia como algo habitual, incluso normal. Y otros han perdido a su madre e, incluso, han visto cómo fueron asesinadas. No podemos perder -desde un punto de vista social- a esos niños y jóvenes y estamos obligados a prestarles la ayuda y el soporte que necesitan para superar esa situación. En esa tarea, aunque parezca una obviedad decirlo, cobra una relevancia enorme el entorno familiar de esos menores.
Entrevista a María Ángeles Carmona
«La huella psicológica y a veces también física que la violencia de género deja en los hijos e hijas de las víctimas requiere de ayuda y tratamiento durante años»
USEC: ¿El Observatorio ha obtenido con el paso del tiempo factores de vulnerabilidad?
MA.C: Los análisis que realizamos en el Observatorio ponen de manifiesto que la violencia de género no es exclusiva de una determinada clase social o del nivel de estudios o de ingresos. La violencia de género puede golpear a cualquier mujer, independientemente de todos esos factores. Ahora bien, esos mismos estudios indican que hay circunstancias que hacen más vulnerable a la mujer frente a su agresor.
Así, si a la desigualdad de género, que es la causa primera de este tipo de violencia, sumamos otros factores como la pertenencia a determinadas nacionalidades o etnias, la situación de pobreza de ambos (víctima y maltratador), la dependencia económica de la víctima, su condición de madre, la edad (tanto mujeres mayores de 65 años como mujeres jóvenes), situaciones de diversidad funcional que incrementen su grado de dependencia o vivir en un entorno rural, entonces el riego aumenta.
USEC: ¿Cómo calificaría la formación que reciben las FF y CC de Seguridad en esta materia?
MA.C: El Observatorio ha colaborado infinidad de veces en la formación que reciben los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así como la Policía Autonómica y la Policía Local. Y tenemos constancia de que la especialización en materia de violencia sobre la mujer es prioritaria para el Ministerio del Interior y que la formación es absolutamente óptima para el desarrollo de sus funciones de protección y de asistencia de las víctimas y de sus hijos e hijas y que continúa sido reforzada en los últimos años.
María Ángeles Carmona, en el USEC Bilbao Congress 2022: «Las violencias contra las mujeres y los menores»
USEC: Y para concluir, ¿considera que la ciudadanía confía en estar lo suficientemente protegida tras la denuncia?
MA.C: Una de las principales razones por las que las víctimas pueden albergar un sentimiento de desconfianza hacia la Justicia es la llamada revictimización.
Como he señalado antes, desde el Observatorio y, desde luego, desde el Consejo General del Poder Judicial, llevamos mucho tiempo trabajando en la mejora de la atención a las víctimas que entran en contacto con la Justicia tras la interposición de una denuncia. Después de dar el difícil paso de denunciar, la víctima no puede recibir una sensación negativa ni de la Justicia ni de ninguna otra administración del Estado. Dicho esto, creo que la sociedad sabe que la denuncia es la única vía que permite liberar a la víctima de la situación de violencia en la que está inmersa. Y, por otra parte, permite también dar la respuesta judicial adecuada al maltratador, que será sometido a un procedimiento con todas las garantías procesales que la ley establece.
OSCAR ETXEBARRIA
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