Visibilizar y desmitificar la figura del suicidio. Reportaje sobre el trabajo de a Asociación Papageno.
Daniel Jesús López Vega es psicólogo general sanitario, máster en intervención psicológica en contextos de riesgo y presidente de la Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del Suicidio, PAPAGENO.
USEC: ¿Cómo nació Papageno?
DJ.L: En febrero de 2019 un grupo de profesionales de varias disciplinas (psicología, criminología, periodismo, medicina, enfermería…) creamos una plataforma que tenía como objetivo luchar contra el estigma y el tabú alrededor del suicidio. En agosto nos inscribíamos como asociación con el nombre de Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención de la Conducta Suicida “Papageno” y desde entonces hemos ido construyendo sinergias con otras instituciones públicas y privadas y llegando a más de 100 personas asociadas de cinco países.
Papageno, que subsiste hasta el momento exclusivamente de fondos propios, ha ido creando su espacio dentro de la prevención del suicidio, dándole visibilidad como problema social y no meramente sanitario.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Asoc. Papageno
«En 2019 creamos una plataforma que tenía como objetivo luchar contra el estigma y el tabú alrededor del suicidio»
En octubre de 2019 y para afrontar una necesidad manifiesta, crea su primer grupo de duelo por suicidio, potenciando la aparición de la Asociación Andaluza de Supervivientes por la Pérdida de un Ser Querido Por Suicido “Ubuntu” gracias a cuya colaboración atendemos a alrededor de 100 personas en toda Andalucía, España, Ecuador y Argentina.
USEC: ¿A qué debe su nombre?
DJ.L: Papageno es el nombre de un personaje de la Ópera de Mozart, “La Flauta Mágica”. Este hombre-pájaro sufre un revés amoroso y es convencido por otros tres personajes para que no acabe con su vida. En la literatura científica ese nombre se reservó para referirse al valor preventivo de la comunicación responsable sobre suicidio. Pese a que aún muchos sectores defienden el silencio o la comunicación sesgada, existe evidencia de que hablar honesta y responsablemente del suicidio provoca un efecto positivo en su control.
USEC: ¿Qué cifra de suicidios y de intentos de suicidio manejamos en los últimos años?
DJ.L: El Instituto Nacional de Estadística (INE) registró 4.003 muertes por suicidio en 2021. Aunque el número de intentos es muy difícil de determinar, la OMS señala que podría ser estimado en 20 por cada muerte. A esto hay que añadir las terribles consecuencias emocionales que viven las personas en duelo por suicidio que se han venido a cuantificar en 6 personas por cada muerte, pero que podrían ser muchas más.
El número de muertes entre hombres es tres veces mayor que entre mujeres, mientras que el número de intentos guarda una proporción inversa. Esto podría estar provocado por una mayor impulsividad y agresividad en el caso de los hombres y una dificultad manifiesta para expresar su malestar emocional y pedir ayuda. En cuanto a las edades, las más castigadas son los grupos de mayor edad y los que provocan más alarma social aquellos que tienen como protagonistas a los más jóvenes. 22 menores de 15 años se suicidaron durante 2021.
USEC: ¿Y entre el colectivo de las FFyCC de Seguridad?
DJ.L: En el caso de la Policía Nacional en los últimos tiempos ha mejorado enormemente la atención que se da a este tipo de problemas, aumentando el número de profesionales y creando un protocolo de prevención. Pese a ello, los suicidios en cuerpo policiales se dan en una especie de dientes de sierra con continuas subidas y bajadas. Durante 2022, el número de suicidios fue inferior a 2021 (8 frente a 16, en datos provisionales). Pese a lo anterior, es importante no bajar la guardia debido a dichas oscilaciones.
La Guardia Civil fue pionera en este sentido y, con diferentes nombres, ha ido renovando sus programas de prevención del suicidio desde principios de siglo. Sin embargo, sigue obstinada en mantener una versión oficial de los hechos que niega un tipo de factor laboral en el suicidio de sus efectivos. Defienden un modelo lineal causal sesgado, en el cual atribuyen el 95% de las causas a razones personales.
Por otro lado, desacreditan vehementemente cualquier visión diferente a la que ellos desean hacer ver. Queda mucho todavía por hacer. Según sus propios datos, el 20% de las causas de suicidio en la Guardia Civil estaría relacionada con trastornos psicológicos, el 17% con conductas anómalas de personalidad y el 7% por adicciones. Pese a lo anterior, solo 1 de cada 4 guardias que se suicidan están de baja psicológica. Según datos oficiales, en los últimos 25 años, 323 guardias civiles han muerto por suicidio (315 hombres y 8 mujeres), con un repunte en los últimos cinco años y con una tasa superior a la población general.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Asoc. Papageno
«Sigue obstinada en mantener una versión oficial de los hechos que niega un tipo de factor laboral en el suicidio de sus efectivos»
Más difícil de conocer lo tenemos en el caso de las múltiples policías locales que, al estar atomizadas, no cuentan con un adecuado registro que permitan determinar hasta qué punto están afectados por este tipo de conductas. Las diferencias, además, entre los diferentes Cuerpos, hacen difícil una aproximación global y complica la búsqueda efectiva de un abordaje adecuado.
USEC: Estas cifras asustan.
DJ.L: El suicidio no es algo nuevo, sino que ha sido un problema de salud pública y social durante toda la historia de la humanidad. Cada suicidio supone un fracaso social y el verdadero drama que esconde no puede cuantificarse, sino que es retratado por el sufrimiento de muchas personas que no ven salida y deciden escapar mediante una conducta autolesiva ante una sociedad incapaz de aceptar la diferencia y de dar una atención adecuada a las necesidades físicas y emocionales de muchas personas y colectivos vulnerables.
La situación tras la pandemia por COVID-19 ha venido a destapar una preocupación de la sociedad por la salud mental y los déficits en su atención desde los sistemas sanitarios y la Administración pública en general.
El suicido no es un tema que deba preocuparnos, sino que debe obligar a ocuparnos de él, desde una perspectiva científica, evitando buenismos y actitudes de ocultación o alarmismo irresponsable.
USEC: ¿Cuáles son las principales causas?
DJ.L: Tanto en la población general, como en cuerpos policiales podemos encontrar variables personales: consumo de drogas y adicciones, situaciones traumáticas, abusos o acoso, trastornos psicológicos, intentos previos, …; familiares: rupturas, duelos, conflicto, problemas económicos, antecedentes de trastornos psicológicos o conducta suicida, …; y sociales: desempleo, exclusión social, falta de accesibilidad a servicios de salud mental o a la vivienda…
Tradicionalmente, en el caso de los cuerpos policiales, se han estudiado diversos factores de riesgo que han provocado la atención de muchos estudios en diversos países. Entre ellos, podemos encontrar factores personales, como en la población general, pero también algunos ligados a su profesión, como la posesión de armas, la turnicidad y otros ligados a la cultura organizacional y al clima laboral.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Asoc. Papageno
«En el caso de los cuerpos policiales, podemos encontrar factores como la posesión de armas, la turnicidad y otros ligados a la cultura organizacional y al clima laboral»
En España no tenemos estudios científicos publicados que hablen sobre este tema y tampoco existen publicación oficial de estadísticas de suicidios de forma periódica, más allá de las que se publican en medios de comunicación que, en muchos casos, son instrumentalizadas con un objetivo u otro.
Aunque el ser humano intenta siempre crear explicaciones simplistas, para aprehender su entorno, donde exista un esquema lineal que determine una causa y un efecto, la mayoría de los fenómenos y, especialmente, el suicidio, sólo puede entenderse desde un complejo entramado de variables que interaccionan entre sí, que no permiten una explicación fácil y, mucho menos, separar lo personal de lo laboral, como si fueran compartimentos estancos.
USEC: ¿En alguna región se dan más casos que la tasa media de suicidios?
DJ.L: Efectivamente. Durkheim, en su celebre libro “El Suicido” de 1897, ya explicaba que el suicidio tenía un alto componente cultural. Esto explicaba, en parte, las diferentes tasas de muertes por suicido en diferentes zonas y países. En España, las tasas de suicidio se mantienen por debajo de las europeas. Sin embargo, existen zonas donde el suicidio presenta su cara más dramática. Pese a tímidos intentos explicativos, aún queda mucho por investigar para determinar las causas de este hecho y ponerle solución. Estás zonas se encuentran en Galicia, Asturias y su cuenca minera y la franja central de Andalucía. La ignorancia, la superstición y por otra parte la práctica irresponsable de algunos medios de comunicación, hacen que aún se atribuyan esas situaciones a explicaciones muy alejadas del pensamiento científico y acaben reforzando el estigma y el tabú reinante.
USEC: Está establecido un Día Mundial de la Lucha contra la Depresión.
DJ.L: Así es. Todos los 13 de enero se celebra.
La depresión es un trastorno psicológico de una gran prevalencia y tristemente popular. Sin embargo, es la desesperanza el sentimiento más relacionado con el suicidio. Si bien la depresión en un factor de riesgo muy importante para el suicidio, éste no es un fenómeno unicausal y está determinado por otras muchas variables.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Asoc. Papageno
«Si bien la depresión en un factor de riesgo muy importante para el suicidio, éste no es un fenómeno unicausal y está determinado por otras muchas variables»
El intento de relacionar el suicidio, sólo y exclusivamente a la “enfermedad mental” cumple una función que sirve a algunos intereses determinados y que, socialmente, refuerza el estigma, como si el suicidio fuera sólo “problema de otros”.
El suicidio tiene su día importante el 10 de septiembre, donde se organizan múltiples actividades de sensibilización y concienciación. El tercer sábado de cada año se dedica, además, a recordar que el suicidio no acaba tras la muerte, sino que arrastra el dolor de los supervivientes o seres queridos.
Día Mundial de la Prevención del Suicidio (10 de septiembre)
USEC: Todos los especialistas, de forma unánime, defienden que es necesario hablar y escuchar. ¿Tenemos medios suficientes para llevarlo a la práctica?
DJ.L: Efectivamente, faltan recursos para “hablar y escuchar”, tanto en los servicios sanitarios como en la sociedad en general. Los servicios de salud mental son estructuralmente deficitarios, producto de una visión de la salud meramente biológico, que da más importancia a lo físico que al dolor emocional.
La “enfermedad mental” se sigue viendo como una debilidad o deficiencia individual, una especie de carencia. Aún se habla poco de salud mental, sólo de enfermedad mental y, cuando se hace, es para estigmatizarla.
Escuchar es más complicado aún. Se escucha poco y de manera claramente insuficiente. La sociedad sigue viviendo a espaldas del suicidio e invisibilizando a las personas afectadas y a sus familiares, que se ven obligados a vivir un duelo prohibido y solitario que en algunos casos se cronifica por la falta de apoyo social en este sentido.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Papageno
«La sociedad sigue viviendo a espaldas del suicidio e invisibilizando a las personas afectadas y a sus familiares, que se ven obligados a vivir un duelo prohibido y solitario»
USEC: El consumo de antidepresivos en España es de récord. ¿Nos equivocamos en el tratamiento o no queda otra?
DJ.L: En el ámbito anglosajón se refieren al fenómeno de invención de nuevas enfermedades con la expresión “disease mongering”. Las Benzodiacepinas han pasado de ser una herramienta terapéutica a un riesgo para la salud pública.
Por ejemplo, el duelo, que es un proceso natural y sano, ha pasado a ser una enfermedad en muchos casos y los psicofármacos en una solución ficticia que cronifica el malestar e impide el desarrollo del proceso natural que lleva aparejado.
La farmacología no es buena ni mala, pero sí el uso que se hace de ella. Tiene funciones concretas y necesarias en algunos casos o en algunos momentos. El uso de riesgo que se hace actualmente consigue el efecto contrario que persigue. El gasto que eso supone para la Sanidad lo convierte en algo insostenible, que solo beneficia a unos pocos. Urge una reestructuración del gasto en recursos sanitarios. La vacuna del suicido ya está inventada y es la comunicación y escucha empática.
USEC: ¿Es complicado distinguir entre tristeza y depresión?
DJ.L: No existen emociones negativas. La tristeza cumple una función evolutiva, y aprender a vivir con ella es un acto de madurez que nos permite adaptarnos mejor a nuestro entorno. Nuestra sociedad nos empuja al hedonismo y no nos enseña a enfrentarnos a situaciones de tristeza en la vida cotidiana. Esto, paradójicamente, nos convierte en una sociedad ansiógena y depresiva.
Con el término depresión nos referimos a una categoría nosológica que en psicología y en medicina sirve para referirse a un cuadro patológico con la concomitancia de diferentes síntomas.
La tristeza no es una enfermedad, la depresión sí, y hay que tratarla adecuadamente.
USEC: Recientemente Sanidad descartó un plan fuera de la Estrategia de Salud Mental. Resumidamente, aboga por una visión multidisciplinar de la Salud Mental para un mejor abordaje. ¿Qué opina al respecto?
DJ.L: No tener un plan nacional de prevención del suicidio, como recomienda la OMS a todos los países, es un error garrafal e imperdonable.
En España, la prevención del suicidio se lleva a 17 velocidades y Comunidades y Ciudades Autónomas están tomando decisiones dispares.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Papageno
«No tener un plan nacional de prevención del suicidio, como recomienda la OMS a todos los países, es un error garrafal e imperdonable»
Diluir la prevención del suicidio dentro de la salud mental es mucho más barato, pero claramente ineficiente. En el presente, estamos presenciando una instrumentalización del suicidio con muchos fines ajenos al control de éste. La prevención del suicidio y la salud mental deberían permanecer fuera del debate político. Se debe evitar usarlo anunciando medidas efectistas, cuyo objetivo oculto es mejorar la imagen social de una tendencia partidista. Es curioso cómo vemos en muchas ocasiones a los partidos en la oposición defendiendo posturas que ellos mismos no aplican cuando están gobernando.
USEC: ¿Cómo trabaja PAPAGENO en la prevención?
DJ.L: La labor preventiva de Papageno es su principal objeto social. Para ello, el vehículo que más hemos utilizado es la comunicación.
Nuestra página web cuenta ya con más de medio millón de visitas desde su puesta en marcha. Tenemos cuentas en las principales redes sociales, la más activa en Twitter. Por otro lado, hemos apostado por la sensibilización, con la celebración de actos, conferencias, jornadas y por la formación de calidad.
En 2022, como proyecto estrella, publicamos la Guía “En mis zapatos” que se puede conseguir de forma gratuita en nuestra web www.papageno.es y que habla sobre recomendaciones para una comunicación responsable en el suicidio.
También trabajamos con los medios de comunicación a través de la iniciativa de Periodismo Responsable que busca generar conocimiento sobre el valor preventivo del periodismo.
USEC: ¿Y las FFyCC de Seguridad?
DJ.L: El esfuerzo que se está realizando desde los cuerpos policiales, sus sindicatos y sus asociaciones profesionales es muy grande. Un factor importante es el mantenimiento de las líneas telefónicas de atención, que cumplen una función de ventilación emocional y que se ha mostrado como un método preventivo costoefectivo. La formación de agentes claves o gatekeepers también lo es. Existe una preocupación latente por este tema, que nos lleva a creer que es el momento de unirnos para mejorar la situación que viven estos funcionarios, que ejercen un papel clave en la democracia y que afecta a sus vidas personales y a su salud mental.
USEC: ¿Podría mejorarse esta prevención?
DJ.L: España cuenta con cuerpos policiales que son un ejemplo a nivel internacional. Este prestigio debe ir acompañado de una política de recursos humanos que, defendiendo los valores de nuestro país, no tenga miedo a mirar adelante y más cuando nos referimos a la salud de nuestros policías.
Anclarse en metodologías decimonónicas y prácticas paternalistas, ajenas al conocimiento científico y cercanas a lo dogmático, no es una solución, sino una forma de perpetuar el problema. Tanto, como negarse a ver los problemas propios.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Asoc. Papageno
«Anclarse en metodologías decimonónicas y prácticas paternalistas, ajenas al conocimiento científico y cercanas a lo dogmático, no es una solución»
Si el arma de fuego es el método usado en la mayoría de los casos, sería necesaria una reflexión sobre los armeros y las medidas necesarias para el almacenamiento seguro de este instrumento de trabajo.
También sería necesario la creación de dispositivos de atención psicológica ajenos a la escala de mando y de carácter totalmente independiente.
USEC: El número 024.
DJ.L: Es una de las reivindicaciones del movimiento asociativo históricamente. Un número de tres cifras que sea fácil de recordar y que sirva a las personas que sufren para encontrar recursos para enfrentar su dolor de otra forma más adaptativa.
La existencia del 024 es una muy buena noticia. Sin embargo, no es el final de la cadena. El sistema necesita una importante reorganización de sus recursos, de forma que la salud mental también sea un derecho universal y no un lujo. Hoy por hoy, los recursos humanos y materiales dedicados al suicidio son claramente insuficientes desde el punto de vista sanitario.
La parte social del suicidio es aún más compleja y necesita un cambio de base que mejore la integración social y las condiciones de vida de las personas.
USEC: ¿Cómo se trabaja la posvención?
DJ.L: En España, la labor de posvención la desempeña mayoritariamente el movimiento asociativo. Los propios supervivientes (personas en duelo por el suicidio de un ser querido) se han organizado para compartir su dolor y transformarlo, reconstruyendo la vida que se hizo pedazos detrás de la pérdida. Los grupos de ayuda mutua han ido creciendo en nuestro país, pero carecen de un apoyo institucional claro y su existencia afronta importantes amenazas. Junto a la atención psicológica especializada, la OMS recomienda la asistencia a estos grupos para afrontar el duelo.
USEC: ¿Podría mejorarse?
DJ.L: Actualmente hay intentos tímidos de superar esta situación y de ofrecer intervenciones eficaces desde el sistema sanitario, que favorezcan el desarrollo natural del duelo y eviten su cronificación. Humanizar nuestro sistema sanitario de salud mental y abordar el duelo por suicidio, desde una perspectiva comunitaria y no meramente desde la salud pública, mejoraría la atención que se da a estas personas. No podemos darles la espalda.
USEC: ¿Considera que el suicidio es un tabú en los medios de comunicación?
DJ.L: Ha dejado de serlo y esto es una buena muestra de ello. Podemos hablar de suicidio sin sensacionalismos, de una forma responsable.
Cada año, Papageno celebra un Premio de Periodismo Responsable para premiar las iniciativas periodísticas más destacadas en la prevención del suicidio. Esta será su tercera edición y hemos podido ver ya la mejora paulatina que hay en los trabajos presentados.
Visibilizar y desmitificar el suicidio – Asoc. Papageno
«Los y las profesionales del periodismo son totalmente conscientes de su potencial como agentes preventivos y hay grandes especialistas que están haciendo una labor ejemplar»
Los y las profesionales del periodismo, de hoy en día, son totalmente conscientes de su potencial como agentes preventivos y hay ya grandes especialistas en nuestro país que están haciendo una labor ejemplar.
Esto no implica, sin embargo, que con cierta frecuencia se observen malas prácticas que pueden mitigarse con formación y sensibilización al respecto.
USEC: Y, para terminar, el próximo 10 de marzo celebrarán en Salamanca un encuentro internacional especializado sobre la materia. ¿Qué puede adelantarnos?
DJ.L: Es nuestra segunda edición. En esta ocasión lo dedicamos a los colectivos vulnerables.
Si bien el suicido castiga a todas las clases sociales y económicas, no está exento de las influencias de las desigualdades sociales en salud. El acoso, la violencia de género y la sexual, la pertenencia a minorías sexuales, la pobreza, la falta de hogar, el desempeño de determinadas profesiones, las emergencias y los desastres, la privación de libertad y otros factores condicionan la aparición de colectivos vulnerables.
En Salamanca daremos voz a estos colectivos y reflexionaremos sobre la mejor forma de realizar abordajes eficaces de esta conducta. Así que os esperamos.
OSCAR ETXEBARRIA
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